En ese momento en que se describen, Las cosas dejan de ser,
dejan de ser transformadas en tu cabeza,
tomando esa idea amorfa e inconclusa,
pero sumamente especial.
Se transforman porque queremos que lo hagan,
porque buscamos darle significado a algo que creemos explicable...pero no lo es,
y simplemente porque sentimos que ese ¨algo¨ en nuestro interior tiene un ¨Porque¨,
pero siendo de naturaleza tan profunda, sí es imposible expresarlo con palabras.
Las cosas son, simplemente son,
al momento de que son demostradas, definidas,... de cierta forma dejan de importar,
dejan de ser tan excitantes como antes y pasan a ser segundo plano,
apiladas en el cementerio de las cosas explicables y poco interesantes.
nos genera tanta intriga las cosas que no podemos definir con exactitud,
que gastamos y absorbemos todo lo que estas cosas nos ¨pueden hacer sentir¨ aún antes de sentirlo,
y ya para cuando descubrimos aquello, nuestras expectativas están tan por encima de la realidad,
que nos decepcionamos, haciendo que lamentablemente las cosas dejen de ser...
J.A.