profundo, como mi mente
acostumbra a cautivarme,
siempre pensé que me
sorprendería suplicando una sonrisa,
cuando simplemente
esperaba más de mi.
Parece más alguien que
no tiene el valor para admitir la realidad,
que sus paredes forman
parte de las mías pero le cuesta admitir lo difíciles que son de escalar
y las historias, esas
que solo cuenta el silencio,
Y es que sus gestos siempre
dicen algo que nunca le veo venir.
El cansancio me empaña
sus ojos.
y lo terrenal hace cada
vez más aburrida mi existencia,
a pesar de lo mucho que
añoro el silencio,
el ruido también llega a
ser placentero,
y nunca, nunca! "despertó
ni un alma, ni el, ni el zig zag de aquellas ramas secas ya".
A veces es más fácil
embobarse con la mente
y suspirar ese recuerdo,
que entumecerse hasta
los huesos,
forzando uno mismo a
hacer latir el corazón.
Jesús Amparo
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DI LO QUE QUIERAS, para mi es muy importante.