En tu memoria, Para mi abuelo: Lic. Jorge Méndez Terrero. (Poeta y Escritor)

  Por que siempre me diste una razón, se que puedo sentirte ahora y por siempre, recordarte como el pensante que siempre fuiste, el poeta que siempre quise, la dulce idea de una perfecta persona y alguien que supo quedarse a pesar que se fue.

  No te hartes de enseñarme de la vida y persiste aún estando más allá, que tanto hiciste me arrastraste junto a ti y aun cuando sentía tu vida perdida, supiste que y como enseñarme justo ahí.

  Es difícil aceptar que te he perdido, aún más el mencionar que ya no estas, recordarte cada día en cada verso que escribo o en cada palabra que a pesar de no haberlas visto en tus libros, se que me la pudiste mencionar.

  Recordarte, hasta en el viento, "en aquel perro bajo la falda" o ''en el viejo abrumado por el peso de los años''.

  Se que no te borraran de la eternidad, que tus escritos aún me iluminan por las noches y ahora están donde quisiste que estuvieran.

  Lamento no regalarte más que lo que siempre hiciste y apenas trabajadas no todo un arte como tu sabias realizar, pero sepas que en cada verso, cada frase, cada párrafo, un soneto o una prosa, en cada palabra y cada hoja, sabre impregnar tu esencia... aunque ya no estés.

                                                                  Para mi abuelo:  Lic. Jorge Méndez Terrero. (Poeta y Escritor)

Que más interesante? 2

 
  Recuerdo dejarle volar tan profundo esa vez,

profundo, como mi mente acostumbra a cautivarme,

siempre pensé que me sorprendería suplicando una sonrisa,

cuando simplemente esperaba más de mi.

  Parece más alguien que no tiene el valor para admitir la realidad,

que sus paredes forman parte de las mías pero le cuesta admitir lo difíciles que son de escalar

y las historias, esas que solo cuenta el silencio,

Y es que sus gestos siempre dicen algo que nunca le veo venir.

  El cansancio me empaña sus ojos.

y lo terrenal hace cada vez más aburrida mi existencia,

a pesar de lo mucho que añoro el silencio,

el ruido también llega a ser placentero,

y nunca, nunca! "despertó ni un alma, ni el, ni el zig zag de aquellas ramas secas ya".

  A veces es más fácil embobarse con la mente

y suspirar ese recuerdo,

que entumecerse hasta los huesos,

forzando uno mismo a hacer latir el corazón.

                                                                                        Jesús Amparo