y la nada roba a lo ingenuo el sentido de las cosas.
Donde el tiempo deja de hacer tiempo,
y la razón una razón.
Respirar lo llena todo, incluso esas fisuras que tanto quise ocultar,
más las gotas que ahora escondo, encuentran por donde escurrirse y ya
lo sublime del miedo deja de ser impedimento, cuando te escribo en la oscuridad,
cuando el deseo es tenerte y lo preocupante es mi suerte,
de no tener más que un simple corazón en mis manos.
La fragilidad de esa niebla me hace sentir esperanzado,
y aquel viento suave que la acompaña, a desconfiar de ti.
A pesar de esto he sabido dibujarte en mis pensamientos,
tan codicioso como un ¨Quizás¨, tan indeleble como un ¨Te amé¨.
A pesar de esto he sabido dibujarte en mis pensamientos,
tan codicioso como un ¨Quizás¨, tan indeleble como un ¨Te amé¨.
Y es cuando le robo a lo ingenuo el sentido de las cosas,
y recubro cada flagelo que me queda de ti.
Agarrado firmemente de un fragmento de tu voz,
a un instante de tu tiempo,
envidiando tu constante roce con el viento,
y una respuesta tuya, mientras pienso, quien soy yo?
Despacio sujeto mi pretexto ante tu pecho,
a un instante de tu tiempo,
envidiando tu constante roce con el viento,
y una respuesta tuya, mientras pienso, quien soy yo?
Despacio sujeto mi pretexto ante tu pecho,
dejando al menos una pizca de ansiedad,
retirando lentamente mis intenciones y mi anhelo,
deslizando suavemente mi felicidad, bajo el marco de tu ventana abrumada en soledad.
Donde las palabras están de más,
y la nada tomó el sentido de las cosas.
Donde el tiempo deja de hacer tiempo,
y la razón...
Jesús Amparo 26/05/14
Jesús Amparo 26/05/14