No lo siento

He aprendido a ser sensualmente hipócrita y guardarme sentimientos,
reforzarme con ideas para ser mascota de arrepentimientos,
a cambiarme el nombre tantas veces,
dejar de depender y recostarme de paredes.

Ahogue mis deseos y pasiones en un papel
que luego perdí al parecer,
tapé grietas y fui la grieta.

Logre olvidar como ser yo,
como disfrutar el color verde,
distinguir los temores de los placeres,
acariciar y sentir algo más que lo rustico,...estoy consciente.

Prometí escavar hasta lo más profundo, aprendí a distinguir lo insípido y lo puro,
lo que se merece la pena y lo que no.

He perdido lo que era,
lo que escribía a la luna llena,
lo que solía decir de mi,
lo que no sabia ocultarte a ti.

Disfrutar la sensualidad de un cuerpo extraño,
los placeres de la vida y los regalos,
el aroma de la piel, y los labios bien carnosos.

He olvidado sonreír cuando no se me ha llamado,
he perdido el toque de distraerme o sorprenderme con lo encontrado.


                                                                                   Jesús Amparo