*El Sátiro

Mis pasos retumbaban en el profundo eco de mi pensamiento,

Como solitario en una catedral abandonada,

y en mi cabeza solo existe una palabra,

que define y envuelve solo a ti.

Solo a ti y a esos hermosos ojos cafés,
que aun me matan sin saber,
que muero con todo el placer,
que el amor por ti me concede.

He aprendido a vivir así,
alimentarme de placeres mundanos,
de ojos y flashes que después pasarán a ser olvidados,
al menos eso decía yo, ''a ser olvidados''.

Me alimento de momentos,
solo de interesantes, buenos y malos,
pero etéreos, momentos.

Más adelante llegue a desplazar mi mente ya cuadrada,

Y dedicarme a la tuya encadenada,

para satisfacer mi sed casi incontrolada,

de pensar en ti.

Mi razón olvido la modestia y se tomo un descanso,
al ver aquel perfil resguardado tras una tosca columna de embellecedoras ideas,
no se si estuviese soñando, diría, solo se que yo andaba algo hechizado y pensando,
en que lo sacrificaría todo, todo por ti.

Y asi estabas tu,
yo por otra parte orbitando nuevamente la luna, no es novedad,
soñando despierto, soñando, siempre soñando...
entonces cuando volví en si, te vi,
y me di cuenta que no seria dueño de mi nunca más.

Las palabras en mi cabeza abundaron,

Deseaba vociferarte un mundo, pero no quería parecer desesperado,

Me forzaba a respirar para no caer desmayado,

Para no perderte de vista ni una vez decía yo,
para no perderte de vista ni una vez.

(El conformismo, La costumbre y la mentira son un problema y una sutil adccion...
A la que temo.)

a.